sábado, 19 de julio de 2014

Mediodía



Eran dos,
Dos frutillas donde bifurca el camino.
Una roja de tan herida, roja de cansada y exhausta.
Otra era de extravagante fuego, invitándome al incendio.
Eran dos, rojas de amor cansado,
Cansado y exhausto.
Una era edificio de nuez,
La otra esperaba su andén.
Una era cántaro inescrutable,
La otra era ventana de amor permeable.
Eran dos…
Intentando devorarse.

No hay comentarios: