miércoles, 7 de marzo de 2018

Plegarias diarias #1

Siempre es mejor
sí, siempre es mejor
dejar el músculo a un lado
dejar la hebra arder
desaparecer un momento
¿qué es lo que tengo dentro?
¿qué es por lo que rezo?
¿dónde van los barcos?
cuando merezco una gota de aliento
cuando bailo en la cocina
quiero olvidarme del mundo
líbrame de aquella carne
que es pecado
déjame rezar en tus rodillas
y lavar tus pies
algún día
¿va a servir de algo?

jueves, 25 de enero de 2018

Soy ahí
Impuro Donde hay un espacio Donde el canto llora Donde rasgan las vestiduras Los abandonos lejanos Las manos manchadas de barro La conciencia inmunda Soy ahí Impuro Donde no quieres que sea Donde esperas que falte Donde estoy presente Soy donde quiero estar Y falto donde me pertenece el olvido Pero no me olvides Por favor no me olvides Que quiero saber Si te hago falta


viernes, 19 de enero de 2018

Los fantasmas de tu puerta

A los fantasmas de tu puerta
les he rasgado la carne
les he perdonado el dolor
les abrí paso en el camino
A los fantasmas de tu puerta
les di de beber agua
les di de comer cálido alimento
les ofrecí una sábana limpia
He esperado tanto tiempo
por un abrigo
que tu calor parece quemarme
parece que siento
algo en mi cuerpo
algo que quema
que duele y abriga
parece que siento
algo de vida.

jueves, 28 de diciembre de 2017

La razón por la razón

La añoranza ya se ha ido
los barcos que veo tras el cerco
los mares que se mueven para mi
las vasijas llenas de arena
las huellas de tu huida
la luna de tu cuerpo.
Hoy deliro en cuatro tiempos
contándome un final
para convencerme de tu poca memoria
para complacer mi radicalidad
porque la verdad
es que lo que amo es tu tristeza.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Sin título

No es algo tan increíble
Crear una matemática imposible
Entre tu semblante y el mío
Porque entre nosotros
Hay un horizonte sellado
De básculas moribundas
Esperando su descanso.
No es algo tan increíble
Esperar el peso de sus años
Porque cuando vuelve
Adviene un álgebra imaginaria
Una historia carmesí
Un sin nombre inapropiado.
Porque cuando vuelvas
Tomaré la hebra de mi agujero
Y ataré tus flores por dentro.

sábado, 25 de noviembre de 2017

La primavera del medio

Es una gota que paraliza
Y que recorre como una herida
En la hendidura del tiempo
Un cuerpo
Hay un cuerpo
Que merece ser guardado
Hay un cuerpo
Que merece estar vivo
Entre las flores que sospecho
Estás entretejido
En cuerpo frágil eres a quien quiero
Entre mares y tesoros
Eres quien me escucha
Y entre espadas y fuegos
Eres quien me salva
Hay un cuerpo
que merece ser guardado
por la miel y calor de sus ojos
por la tierra y el hielo de su sangre
Hay una tierra
Que merece ser guardada
Entre los dos
Como una espada


sábado, 12 de agosto de 2017

Los Barcos

Tengo algo en mi interior
un retoño enajenado
un brote minúsculo
hacia donde van los barcos
mientras elevo la marea
hacia donde vas tú
cuando rompen las olas.
Algo siempre se va de mi
como si nada quisiera quedarse
como si nada fuera uno mismo.

Las Ventanas

Puedo detenerte
de forma incesante
pues cuando vuelves abres un hogar
donde no hay algo dentro
algo que no tiene remedio
Pues cuando vuelves existe una lluvia dentro mío
Y es porque yo volví primero
Para despertar las historias de mi orfanato
Para congraciar mis dolores ulcerosos
Que egoísmo el mío
Y que ceguera la tuya, me digo
En algún lugar existen
Paraísos donde la Juventud cumple tus deseos
Los que en mi vida son rincones llenos de arena y ataúdes
donde vive uno que lleva tu nombre
El nombre del dolor de un manantial celeste
Que miraba en mi interior un amor inalcanzable
Y que ahora recoge en cualquier parte
Un amor que haga justicia a un sentido venidero
Sin ver la historia.

martes, 27 de junio de 2017

Traslación

Piensa
Piensa en mí todo el tiempo
Quiero abrir tu grieta
De niño adormecido
Con un pequeño calor agujerante
Como una flor distante
A quien quieres dar de beber
Un poco de agua y aliento
Para después
Dar un poco de vida y amor
Piensa
Piensa en mí todo el tiempo
Quiero abrir tu grieta
Y cuando no puedas cerrarla
Yo pondré mi dedo 
Y taparé tu herida.

Ubi sunt

Resumir malamente una historia es como un Bonsái; pequeño e itinerante, se ve grande y empequeñecido, en su recipiente bastante adecuado, porque siempre son en la medida justa en que éste puede ocupar su espacio, una especie de metro cuadrado perfecto y taciturno. Ciertamente nadie quiere contar una historia que no sea lo suficientemente grande pero sí que lo parezca. Un día de sentarme ante aquel pequeño ornamento pensaba, qué nos hace gigantes y frágiles, bien plantados y volátiles, desbarajustados y uniformes, recordando las palabras de mi profesor, cuando decía: "el conflicto es inherente a lo humano". ¿Quién querría dos planetas que chocan? ¿a quién pertenece su dolor? divagaba el Bonsái mientras miraba a la muchacha con la vista perdida en la ventana. Su piel se ve demasiado blanca y las manchas en su nariz son como pequeños salpicones de una mala guerra, sus ojos un estanque pesadumbroso y frágil, de un idéntico talante dolido, pensaba, ella es tremenda, tremenda pero frágil ¿quién la quiere? No puedo sino pensar que su vida se consume como la de un cigarro, que algo le hace falta más que la falta misma. Por eso, teniendo entre tus manos, algo tan pequeño, me puedo imaginar cuanto dolor sientes, cuando tocas ese vacío entre tus piernas, hay algo que ya no existe, que ya no está. Qué preguntas habré de hacerte cuando te vea caminar por la calle, siendo que un día yo perdí esa puerta que me llevaba hacia ti y siempre escuchando una canción, en mi oído suena empequeñecida y tenue, pero permanente… igual que tu imagen en mi cabeza. Al salir del teatro vi un cartel en un poste de luz, con tu fotografía, no pude sino robármelo antes de partir a Vermont, quería llevarte aunque fuera en mi bolsillo. ¿Por qué me dijiste que no? cuando te pregunté si querías venir conmigo no hacías más que mirar en mi interior, como si tuviera un pez por dentro, dando vueltas en una piscina, buscando un camino igual para todo, buscando atravesar la vida en un sólo nado -pensaba- el agua donde sea es sólo agua y quizás yo era sólo eso, algo así como un pez en tu pecera. Anna se fue y no volvió. Volvía cada día al bar para encontrarla sentada, con la mirada perdida, mirando hacia fuera por la ventana, para recitarle algún verso malogrado, para cantarle una canción, de esas que ella odiaba pero que le daban risa, siempre se reía de mí, ella siempre se reía. Hoy recorro la ciudad, siempre buscándola, con su abrigo negro y sus zapatos rojos, esperando que se ría de mi de nuevo.

lunes, 24 de abril de 2017

Por un lado y por el otro

Cómo urdir de raigambre aquello que se avienta por el barranco, no entendía. ¿Cómo podría yo abrigar un abismo? Ese sábado entraba y salía de las tiendas como si comprar algo fuera a aplanar la duda, pasando kilos y kilos encima, kilos de algodón, recordándome siempre que nunca es suficiente… que nunca seré suficiente para tu vida. Sólo puedo leer, leer y leer… hasta que mis pestañas se quemen, leer tu alma hasta que mi interior se incendie. Por otro lado, nunca olvido ese olor a tierra lejana, esa textura de invierno, cuando te ofreces a ser mi paraguas... podrías detener cualquier lluvia, menos esta lluvia en mi interior, amor mío, esa que moja y drena las entrañas hasta terminar en un vaso, ese vaso de vino que nos tomamos antes de hacer el amor. Y aunque podamos ser, por un lado y por el otro, como una moneda disparada al azar, lo cierto es que me gusta comer de tu orilla, esa orilla que por un lado está dentro de mi boca y por el otro se deshace en la nada.

jueves, 20 de abril de 2017

A veces una vida

A veces somos lo más parecido a una nube,
lo más aparecido de humedad,
lo más apreciado de una lluvia.
A veces somos como nos quitaron de encima el color,
como la tinta al agua no dejó de escribir.
A veces mi tiempo es como una banca, 
en la comisura de tu tiempo
en la conjunción de tus ojos
una hora encadenada
donde no sé si mi deseo me pertenece
o si es agua de tu mar,
de tu mar agua,
para vivir y hacer una casa
donde quepan los altares de tu fuego
para vivir y hacer una ronda
donde quepan tus luciérnagas.