a igual distancia el uno del otro
roce distante en mi reloj de arena
marca la nota que me enreda
me enmaraña, me apena
que será cuando me vuelva
que será cuando la espera
nos muerda la lengua
y el miedo está a igual distancia
del parque estropeado
por la lluvia de otoño.
Transita lenta por la acera
una hoja con un quehacer parsimonioso
se da la vuelta por la espalda
y rueda y rueda
con mi reloj de arena,
que será cuando me vuelva
que será cuando la espera
nos muerda la lengua
y los labios se vuelvan cándidos
como estrellas gemelas
en el estruendo de un eterno cantar
que se oye bajo el mar
de frondosa espuma
esconde su palma
para caricias seguras.
Que será cuando me vuelva
que será cuando la espera
nos muerda la lengua
y te vea cantar en mi reloj de arena.
