miércoles, 3 de noviembre de 2010

Grieta de rojo exhausto, grieta de amor cansado.

El aire estaba en el borde
no lo vi pasar
arrastrando el otoño a cuestas
con su semblante de amor cansado
El aire estaba en el borde
y en su esquina una frutilla
roja de dulzura
esa que embriaga y mata
roja de tan herida
roja de cansada y exhausta
donde encontré mi mirada
húmeda de lluvia.

El aire esta en el borde,
arrastrando el otoño a cuestas
y en su esquina una frutilla
que le reclama a la vida;
no me ocultes detrás del sol
que sabré ver desde tu fuego
rojo de tan herido,
rojo de cansado y exhausto.

Y te encontré
donde bifurca el camino
con una frutilla en tu bolsillo,
roja de tan herida,
roja de cansada y exhausta,
roja como mi volantín
donde la frutilla dejó su grieta,
trizado al partir
sin hilo dejó volar su tristeza.

El aire estaba en el borde
no lo vi pasar
arrastrando el otoño a cuestas
y mi volantín se trizó
con una frutilla en su esquina
roja de tan herida.

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